En esta muestra, Luz Helena Caballero busca propiciar una reflexión sobre la construcción del rol femenino en nuestra sociedad. Para ello acudió a algunas imágenes de la Virgen, a partir de las cuales compuso una serie de piezas o, como ella las llama, de “relatos independientes”, en los que la imaginería mariana se vincula a las montañas. Con Mantos-Montes, la artista nos propone un recorrido por el “paisaje interior ascendente” del extemplo clariano durante el que entabla un diálogo entre sus propias creaciones y las obras de la colección permanente. 

Artista plástica de la Universidad de los Andes, Luz Helena Caballero cuenta también con un grado en Bellas Artes de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. En su obra, la representación bidimensional ocupa el lugar principal, y dentro de ella, la potencia expresiva del color, cualidad en la que ha enfatizado continuamente. Su trabajo insiste en la vigencia de la pintura como un medio con múltiples posibilidades de expresión, experimentación e hibridación con otros modos de hacer. La carga de tradición propia de la pintura alimenta sus narrativas y a la vez le permite conectar, sobreponer, fragmentar o entretejer las diversas posturas y funciones que ha tenido el medio en diferentes momentos de la historia. 

Al principio de su carrera acudió a temas clásicos con los que algunas vanguardias del siglo XX hicieron sus propuestas y transformaciones formales. Esto se vio reflejado en una serie de obras en las que las relaciones cromáticas tenían todo el protagonismo. Posteriormente hizo una serie de obras preguntándose sobre la pintura y la idea de coherencia; en ellas buscó que lo fragmentario fuera la estrategia de construcción de la propuesta. Obras como Por Partes, Incoherencias y En Otro Orden, hacen parte de este grupo. 

En los últimos años, el eje temático de su trabajo ha girado en torno a lo ornamental. Decidió rastrear ese tema debido a su fascinación particular hacia estas formas, en las que terminó encontrando contenidos y conexiones con diferentes aspectos de su vida cotidiana, entre ellos el encierro, el miedo, las formas al margen, lo mestizo y la memoria de espacios y objetos. A este grupo pertenecen obras como Dibujos en el Aire, Casi Flores y Flores Poderosas. En su proyecto actual, toma como punto de partida la representación del paisaje andino en la historia del arte colombiano, sus significados y estrategias de construcción. Se enfoca en la presencia del paisaje en la pintura colonial, específicamente en las imágenes religiosas, en las cuales la montaña y la virgen se funden o se yuxtaponen, como es el caso de la Virgen Montaña de Potosí o de las Vírgenes Triangulares. 

Caballero ha participado en exposiciones colectivas e individuales desde la década de 1990. Artista residente de Cooperartes desde 2013, actualmente es también profesora de taller en la facultad de Arte de la Universidad de los Andes.