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Dalmática
Origen europeo
Brocado elaborado con fondo adamascado de seda e hilos de plata recubiertos en oro
110 x 83,5 cm
Siglo XVIII
 
La dalmática es una de las vestimentas litúrgicas utilizadas durante la celebración de la misa, específicamente la que le corresponde al diácono, pues la casulla está reservada al presbítero. En celebraciones especiales, como las misas de pontifical, algunos obispos están autorizados para usar la dalmática bajo la casulla.

Según el sacramento del orden (la ordenación de un hombre al servicio de la Iglesia), existen tres grados de ordenación: el episcopado (obispo), el presbiteriado (presbítero, a quien comúnmente se conoce como sacerdote o cura) y el diaconado. La diferencia entre estos dos últimos reside en la facultad que se le otorga a cada uno para celebrar ciertos sacramentos. En principio, el diácono solo puede presidir matrimonios y bautizos, también suele oficiar los entierros, pero generalmente su función consiste en asistir al sacerdote en la misa; por estas razones, los diáconos pueden ser hombres casados. Los otros sacramentos (eucaristía, penitencia, unción de los enfermos y confirmación) deben ser oficiados por un presbítero.

La dalmática tiene sus orígenes en una prenda militar romana utilizada por los maceros en el siglo II. En el Imperio bizantino, hacia el siglo V, se adaptó como vestimenta eclesiástica y eventualmente se fue transformando en el tipo de prenda que conocemos actualmente: una túnica cerrada hasta la rodilla, de mangas largas y abiertas en los costados. Aunque en un principio eran blancas y de lana, hoy en día las dalmáticas están ricamente adornadas con bordados de seda, terciopelo e hilos de oro y suelen llevar los mismos colores que las casullas, según el momento del calendario litúrgico, por ejemplo, el color blanco corresponde a las fiestas de Jesucristo, la Virgen, los ángeles y los santos no mártires, por lo tanto es el color usado en la Navidad y la Pascua.

Esta dalmática de la colección de textiles del Museo Colonial data de finales del siglo XVIII y es de origen europeo. Está confeccionada a partir de un brocado con fondo de seda y decorada con hilos de plata cubiertos en oro y bordados de flores.