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San Francisco de Borja
Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos (atribuido)
Óleo sobre madera
Siglo XVII
 
San Francisco de Borja (1510 – 1572) fue el tercer general de la Compañía de Jesús y antes de su ingreso a la orden tuvo el título de IV duque de Gandía y virrey de Cataluña. Proveniente de una familia noble, entre cuyos ancestros se contaba el papa Alejandro VI, Francisco entró desde muy joven a la corte del rey Carlos V. Allí desempeñó diferentes cargos, entre ellos el cuidado de la reina Juana I, recluida por su supuesta demencia en el palacio de Tordesillas.
 
En 1529, fue nombrado caballerizo mayor de la reina Isabel de Portugal, título que mantendría hasta la muerte de la emperatriz, ocurrida en 1539. Ante este hecho, Borja fue comisionado para que trasladara el cadáver de la reina hasta Granada para su respectiva sepultura. Al llegar allí, se le ordenó a Francisco que abriera el féretro con el fin de verificar que quien se hallaba en el interior era ella. Al ver el cuerpo de Isabel en avanzado estado de descomposición, Borja sufrió una profunda conmoción que lo llevó al aislamiento, abandonando todos sus títulos y riquezas.
 
Después del fallecimiento de su esposa, Leonor de Castro, acaecido en 1546, Francisco de Borja se ordenó como religioso de la Compañía de Jesús, donde fue misionero y apoyó la construcción de colegios y conventos para religiosos. En 1565 fue nombrado general de la orden, cargo que desempeñó hasta su muerte. Al santo, canonizado en 1671 por Clemente X, se le representa con la vestidura negra de los jesuitas y portando el cráneo, símbolo de la vanidad y el abandono de las riquezas. Así se le observa en esta pintura atribuida a Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos.