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Santo Domingo y san Francisco de Asís
Anónimo
Óleo sobre tela
24 x 52 cm
Siglo XVII
 
Las imágenes de santos fundadores de órdenes religiosas tienen un lugar preponderante dentro de la iconografía del antiguo templo de Santa Clara. Esto se debe a la importancia que tuvieron estas comunidades en el proceso de  evangelización del Nuevo Mundo, así como a las estrechas relaciones económicas que existieron entre ellas y el convento clariano.
 
Una de las obras en las que se exalta la figura de estos personajes es esta pequeña imagen en la que podemos apreciar, a la izquierda, al santo español Domingo de Guzmán (1170-1221), fundador de la orden de los dominicos; y, a la derecha, al italiano san Francisco de Asís (Ca.1182-1226), precursor de la orden franciscana, cuyo atributo iconográfico es el cráneo que se encuentra en el centro de la imagen y que hace referencia a la brevedad de la vida y a la banalidad del mundo material.
 
Sin embargo, esta pintura no solo nos habla de la importancia de las órdenes religiosas en la evangelización y en la vida conventual de Santa Clara, sino que también nos revela detalles del quehacer de los pintores coloniales. Al mirar detenidamente la imagen, veremos que entre los santos se aprecia la sombra de lo que parece ser un cráneo de mayor tamaño del que acompaña a san Francisco. Esta huella se conoce como pentimento, una palabra que proviene del italiano y que significa “arrepentimiento”, y nos indica que quien realizó la imagen decidió hacer un cambio, reemplazando la figura original de la calavera por una de menor tamaño que sí está en armonía con la proporción de las figuras de los santos.