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Martirio de santa Úrsula y sus compañeras 

Gaspar de Figueroa (atribuido)

Óleo sobre tela

130 x 109 cm

Siglo XVII


De acuerdo con la Leyenda dorada de Santiago de la Vorágine, Úrsula, la hija del rey de Bretaña, emprendió un viaje a Roma para formalizar allí sus votos de castidad. De vuelta a su hogar, la santa y sus acompañantes se encontraron con Atila en la ciudad alemana de Colonia. Allí, el rey de los hunos pretendió conquistar a la joven, sin embargo, ella y las mujeres que la acompañaban (las denominadas “once mil vírgenes”) defendieron a toda costa su pureza y murieron martirizadas.

A pesar del origen fabuloso de esta historia, la leyenda del sacrificio de Úrsula y sus compañeras se difundió con gran éxito en Europa y llegó a la América hispánica, donde la imagen de la santa fue ampliamente representada. Este es el caso de la pintura atribuida a Gaspar de Figueroa, en la que vemos a la joven princesa amenazada por la flecha de su verdugo. En el fondo se encuentran sus compañeras, en compañía del papa Ciriaco quien, según la leyenda, las acompañaba en su travesía. Como recompensa por su sacrificio, en la parte superior de la pintura, se aprecia que un grupo de ángeles se disponen a coronar a las vírgenes y a otorgarles las palmas del martirio.


Cabe anotar que los protagonistas de esta leyenda piadosa no son los únicos personajes que aparecen en la pintura. En la esquina inferior derecha se aprecia el rostro de una mujer, que es la donante de la imagen. Este tipo de retratos fueron comunes en la Colonia. En ellos, el comitente se inserta dentro del escenario de la imagen religiosa como una forma de exaltar públicamente sus virtudes cristianas, de dar testimonio del estrecho vínculo que lo une con el santo representado y de asegurarse la salvación. Además, estos retratos, que son herencia de la Edad Media, tenían la intención de hacer evidente la distinción del comitente en los planos político, económico y social, dadas las implicaciones de donar una imagen que sería expuesta en el espacio público de la iglesia a la vista de la feligresía.