Juan Pérez Mejía 

Óleo sobre tela

135 x 90cm

1706

San Francisco Javier fue un jesuita español nacido en 1506 en la localidad de Javier, Navarra y fallecido en territorio chino el 3 de diciembre de 1552. El largo camino que llevó a san Francisco de su tierra natal a la lejana isla en la que murió inició en París, donde conoció a san Ignacio de Loyola y se unió a los primeros integrantes de la Compañía de Jesús. De la capital francesa, el santo viajó a Venecia para ordenarse como sacerdote y, en 1540, fue enviado como misionero a la India. Esta travesía inició en Lisboa, ciudad en la que recibió el breve pontificio que lo reconocía como nuncio apostólico en Oriente, y continuó en Goa en donde se dedicó a evangelizar a la población antes de continuar su viaje a tierras indias. Al llegar allí, san Francisco reanudó sus viajes para continuar la labor misionera que le fue encomendada y visitó lugares como las islas Molucas, Filipinas y Japón, país en el que fundó varias comunidades cristianas. De regreso, el santo quiso ingresar al territorio continental de China, pero cayó enfermo y murió en la isla Shangchuan, situada frente a Cantón.

En esta pintura, firmada por Juan Pérez Mejía, vemos al santo misionero revestido con sobrepelliz y esclavina. En la mano derecha sujeta una rama de azucenas y en la izquierda sostiene las constituciones de la Compañía de Jesús y una pequeña iglesia que es el atributo iconográfico de los fundadores de órdenes religiosas. En la esquina inferior izquierda está representado el donante de la imagen, un sacerdote que según la inscripción que se encuentra sobre su hombro derecho tenía 55 años al momento de ser retratado.