Pieza del mes - Mayo 2019 - Museo Santa Clara

Reglas, constituciones y ordenaciones de las religiosas de Santa Clara de la ciudad de Santa Fe de Bogotá en el Nuevo Reino de Granada: de las Indias del Perú

Fray Marco de Vancés
Roma: Lucas Antonio Charcas
16 x 10 x 1,7 cm
1699

Las complejas dinámicas que determinaban la vida de una monja de clausura –desde su consagración como novicia, hasta su muerte– se definían por las constituciones fundacionales del convento al que perteneciera. En el caso de las monjas clarisas de Santafé, las dinámicas que regían su existencia se configuraban según las Reglas, constituciones y ordenaciones de las religiosas de S. Clara de la ciudad de S. Fe de Bogotá en el Nuevo Reino de Granada: De las Indias de el Perú (1699). Dos elementos llaman la atención en este título: por una parte, el enunciado "Reglas y constituciones", que hace referencia a las directrices de la vida conventual clariana establecidas por santa Clara de Asís en las reglas de 1252, eje rector de la orden; por otra, la palabra "Ordenaciones", que alude a la reglamentación que Hernando Arias de Ugarte (1561-1638), fundador del convento santafereño, estipuló para el desarrollo de la vida de las monjas.

A partir de ambas referencias es posible señalar que en este texto convergen dos tradiciones que determinaron el ejercicio de la religión y de la vida conventual santafereña: la medieval y la colonial. La primera enfatizaba en los valores fundacionales de la orden, asociados al cumplimiento de los votos de castidad, obediencia y pobreza como ejemplos de una vida ascética; la segunda, de acuerdo con los postulados del Concilio de Trento (1545-1563), veía en la vida conventual una forma de perfeccionamiento individual que permitía alcanzar la virtud y la santidad a través de la oración y, de nuevo, del cumplimiento de los votos.

Dos grabados presentes al inicio y final del libro corroboran lo anterior. Ambas imágenes resumen los ideales de vida para las monjas. La imitación de figuras santas, como la de san Francisco de Asís (1181-1226) presente en el grabado inicial, permitía llevar una vida virtuosa. Al seguir estos modelos de virtud era posible llegar a la scala santa que conducía al cielo.

El valor de este libro no reside únicamente en su contenido documental sobre la reglamentación de la vida religiosa, sino también en su carácter patrimonial, pues actualmente solo se conservan cuatro ejemplares de este texto: tres en la Biblioteca Nacional de Colombia y uno en las colecciones del Museo Santa Clara. Esta particularidad permite definir los ejemplares existentes como libros raros y curiosos.