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Pieza del mes - Mayo 2019 - Museo Colonial

Visión de Marina de Escobar

Anónimo

Óleo sobre tela
90 x 61 cm
Siglo XVII


La venerable Marina de Escobar nació en Valladolid, España, en 1554 y murió en esa misma ciudad en 1633. Fue reconocida por reorganizar la Orden del Divino Redentor, que fundara siglos atrás santa Brígida de Suecia (1303-1373). Esta reforma, apoyada ampliamente por su confesor, el jesuita Luis de la Puente (1554-1624), permitió difundir una nueva forma de entender la figura de Cristo, en la que se enfatizaba su rol como salvador del mundo.


La actividad religiosa de Marina de Escobar estuvo marcada por una serie de experiencias místicas. Su confesor resumió gran parte de sus visiones en el libro Vida maravillosa de la venerable virgen doña Marina de Escobar (1665). En los seis libros que componen este texto, el sacerdote ofrece un panorama general de las concepciones religiosas que se le revelaron a doña Marina a lo largo de sus encuentros místicos.


Una de las visiones más reconocidas de esta monja española fue producto de un amor profundo, que la llevó a indagar ampliamente sobre la vida de Cristo, sobre todo en lo concerniente a su aspecto físico. En respuesta al amor mostrado por la venerable Marina, se cuenta que Jesús se presentó ante ella con actitud grave y sencilla, con las manos juntas y vistiendo una modesta túnica de color negro, ceñida a la cintura y con un manto del mismo color. Los relatos señalan que fue gracias al amor místico que sentía, que la monja pudo conocer la verdadera apariencia de Jesús. Esta visión, en apariencia sencilla, tuvo una amplia recepción en el mundo hispánico, al punto que la religiosa vallisoletana y sus visiones se convirtieron en modelos ejemplares para las religiosas de la cultura barroca.